La cosecha es abundante y los obreros pocos (Mt 10,2) 
La invitación al servicio a los demàs, es una invitaciòn a todos aquellos valientes capaces de responder a este llamado, que hace Dios a través de su Iglesia. Si tú te sientes llamado por Dios por medio de tu Iglesia y tu comunidad, no dudes en responder, vale la pena! Jesús necesita de ti, necesita su ser para mostrar su grandeza en tí, necesita tus manos para abrazar a los que necesitan ser consolados, necesita tus pies para ir a los que lo necesitan y caminar junto a ellos, necesita tu corazón para sentir el dolor ageno de muchos, necesita tus oidos para oir la voz suplicante de tus amigos y compañeros de lucha, necesita ojos para ver a aquellos que van junto a tí buscando horizontes y cada día arriezgandose todo, necesita tus labios para dirigirte con palabras suaves y amigables, animadoras y consoladoras, iluminadoras y transformadoras; palabras llenas de saviduría y fortalezas.
La invitación al servicio a los demàs, es una invitaciòn a todos aquellos valientes capaces de responder a este llamado, que hace Dios a través de su Iglesia. Si tú te sientes llamado por Dios por medio de tu Iglesia y tu comunidad, no dudes en responder, vale la pena! Jesús necesita de ti, necesita su ser para mostrar su grandeza en tí, necesita tus manos para abrazar a los que necesitan ser consolados, necesita tus pies para ir a los que lo necesitan y caminar junto a ellos, necesita tu corazón para sentir el dolor ageno de muchos, necesita tus oidos para oir la voz suplicante de tus amigos y compañeros de lucha, necesita ojos para ver a aquellos que van junto a tí buscando horizontes y cada día arriezgandose todo, necesita tus labios para dirigirte con palabras suaves y amigables, animadoras y consoladoras, iluminadoras y transformadoras; palabras llenas de saviduría y fortalezas.
El ejemplo de entre lo tenemos en nuestros mártires misioneros del Sagrado Corazón de Jesús en nuestra Diocesis y muchos catequistas que por defender su fe fueron sufrieron los mismos sufrimientos de Jesús. Que nuestros mártires intercedan por nosotros. Amén.
Edmundo, Tono, Mons. Mario Molina (Obispo de nuestra Diocesis de Quiché), Leonel y Abelino. y proximo año tendremos a Salvador.
Cinco jovenes originarios de diferentes lugares de nuestra Diocesis de Quiché.
¡Sangre de los mártires semilla de nuevas vocaciones!